Descubre tu voz, transforma tus relaciones y reconstruye tu propia historia.

Tras trabajar contigo soy mucho más consciente, me conozco y se cómo tratarme para que todo vaya mejor y me identifique con ello. He ganado autonomía y fuerza, confianza en mí misma y un poquito menos de autoexigencia. De ti destaco, la empatía y la validación de cada emoción o reacción mía, el sentir que aunque yo lo sentía mal, estaba bien y no era un ser horrible...es todo más natural y habitual de lo que creemos y el sentirte escuchada, validada y capaz POR TI MISMA, ha sido increíble.

Me has ayudado en todo, en darme cuenta de la importancia de las emociones y brindarles la atención que se merecen. Contigo mi día a día ha cambiado mucho, sobre todo en cómo me escucho y me cuido. Gestiono las situaciones de estrés y de dificultades sin tanto estrés y agobio. Sin que las situaciones me desborden. He aprendido a saber convivir conmigo misma. Me ha servido mucho tu manera de escuchar. No sentirme juzgada. Acompañada. Y sentirme cómoda en todo momento. Y sobre todo que me entendías. Y que no pasaba nada por sentir lo que sentía. La manera en que me has hecho reflexionar sobre lo que hacía, decía y pensaba; e ir ordenando los acontecimientos que ocurrían. Poco a poco, me has enseñado como hacerlo por mí misma.

Empecé a trabajar contigo, porque necesitaba reconectarme conmigo y con mi sexualidad, me había abandonado y no sabía disfrutar ni entender ni a mi cuerpo, ni a mi deseo, ni siquiera sabía entenderme a mí misma. Decirte que me encanta tu forma de trabajar, tu manera de conectar conmigo, de hacer sencillo lo que yo creía imposible, tu manera de entenderme y de enseñarme a entenderme a mí misma. Contigo he aprendido a descifrar mis emociones y entender que despierta mi deseo, y a disfrutar de mi misma y mi sexualidad, sola y compartida. Mil gracias Iranzu, nunca podré agradecértelo lo suficiente.

Contigo he aprendido a conocerme mejor y eso ha hecho que sienta libertad y tranquilidad en mí día a día. He mejorado la relación conmigo misma y también la relación con mi pareja, ahora siento que ambos podemos ser mucho más nosotros en la relación y nos cuidamos y comunicamos de una manera sana. Esto ha hecho que mejoren todas las áreas de nuestra relación, incluida la sexualidad.

Me has recordado la importancia de poner mis necesidades al frente, la importancia de expresar cualquier emoción, y me has ayudado a ver cuál ha sido, hasta ahora mi rol en las relaciones y que es fundamental mantener el equilibrio, que hay que parar y darse espacio. Lo que más me ha gustado es lo directa que eres, incluso (o sobre todo) en temas duros. Nunca antes me habían pillado tan bien incluso características o comportamientos que creía escondidos. Me gusta mucho que generes o incites situaciones incómodas porque si no, se meten debajo de la alfombra. Siempre he sentido una enorme confianza en tu profesionalidad.

Nos has ayudado en muchos aspectos a la hora de fortalecer nuestra relación de pareja. Personalmente por mi parte, me has enseñado a gestionar mis emociones negativas de una manera sana, sin castigarme ni física, ni mentalmente. A la hora de tener discusiones o sentimientos negativos ya no me hundo en mis pensamientos, espero, me atiendo, me cuido y logro mirarlo desde un punto de vista objetivo para poder solucionarlo y evitar que vuelva a pasar. Ya no me anclo tanto en cosas que han sucedido en el pasado. Nos has enseñado a comunicar nuestros sentimientos de manera asertiva y entender que cada persona es diferente, y que aunque en mi cabeza las cosas tengan que ser de una manera concreta, entiendo que quien tengo enfrente puede pensar lo mismo o no, y que lo importante es comunicarse y llegar a acuerdos en los que nos sintamos tenidos en cuenta ambos.